jueves, 1 de octubre de 2015

De cara a las Generales




Poco queda ya para las Elecciones Generales. Aunque aún no se sabe con certeza la fechas de los comicios, lo más probable es que se lleven a cabo en Diciembre. Muy inteligente por parte del Ejecutivo, o puede que no. Puede leerse de dos formas: Por un lado, que con el efecto diluyente que tienen las fechas navideñas, cuando a la gente le envuelve el espíritu festivo y trata de pensar en algo que no sea socioeconómico o político, el voto de castigo hacia el Partido Popular será menor. Por otro que ocurra exactamente lo contrario, que los apuros económicos que vivirán miles de familias y que les impedirán pasar las fiestas como desearían, unidos a la vuelta a casa de los españoles que forman parte de la "movilidad exterior", el voto de castigo aumente. Realmente resulta algo impredecible, cada encuesta que nos muestran es diferente de la anterior. La situación política que vivimos en España actualmente es compleja, muchas opciones, muchos datos y mucha incertidumbre. Es apasionante pensar en el futuro político, y eso es lo que hace especiales estas elecciones. ¿Le saldrá bien la jugada al PP al colocar en esas fechas las elecciones? Veremos.

Sin embargo, el objetivo de este texto no es analizar las elecciones en sí, sino los posibles resultados. Lo único que está claro ahora mismo, es la desaparición (en parte) del bipartidismo. Pase lo que pase, lo único seguro es que no se van a obtener mayorías absolutas. Lo cual ya es una victoria en sí mismo. Resulta común en gran parte de Europa la existencia de Parlamentos "divididos". Está "división" fomenta y obliga a los diferentes grupos políticos a debatir y dialogar sus decisiones. Y, ¿qué es la democracia, sino diálogo?

A quién votar, a quién no... realmente no es del todo determinante. Resulta muy probable, aunque en parte incomprensible, que el Partido Popular volverá a tener gran parte de los votos. Tal vez un pacto de partidos de izquierdas coloque al candidato socialista, Pedro Sánchez, en la Moncloa. Puede que Podemos, tal vez Ciudadanos. O puede que directamente la izquierda no se ponga de acuerdo, por enésima vez, y volvamos a tener a Mariano Rajoy como cabeza visible de nuestro país. Lo único importante a la hora de votar, desde mi punto de vista, es que exista una división de partidos y opiniones en el Hemiciclo.

Por que solo así, con diversidad de opiniones, debate y diálogo, podremos tal vez mejorar nuestra democracia y evolucionar hacia una sociedad moderna, progresista y sostenible.