miércoles, 27 de enero de 2016

Por y para el pueblo




Se cumple ya un mes y 7 días de las Elecciones Generales. Un largo mes de rumores y negociaciones en el que los partidos únicamente se han puesto de acuerdo en que no están de acuerdo. Resulta triste ver como la izquierda, a pesar de tener un número de votos mayor, a pesar de tener el peso político para afrontar una legislatura y a pesar de poder sacar los apoyos necesarios en el parlamente, no es capaz, por enésima vez, de ponerse de acuerdo.

No voy a hacer apología de Pablo Iglesias, ni de Pedro Sánchez ni del malogrado Alberto Garzón (quién sufriese un revés en número de escaños, a pesar de su millón de votos, debido a una injusta ley electoral). Pero es evidente que en ellos recae la responsabilidad de lograr un gobierno en coalición y de izquierdas. Un gobierno con apoyo del pueblo, y para el pueblo. Por que, a pesar de lo arrogante que pudiese sonar la propuesta de Iglesias, fue una oportunidad única para comenzar unas negociaciones en base a ello. Una oportunidad única para dar la vuelta a la situación y abrir una nueva etapa. Más aún después de la huida de Mariano Rajoy.

Lamentablemente, España es un país de tradiciones, y la división de la izquierda es una de ellas. Y como viene siendo costumbre histórica en este país, volvieron a surgir voces discordantes. Enfrentamientos más debidos a los egos que a las diferencias ideológicas.

Decepción es lo que me suscita esta situación de bloqueo. Política espectáculo, más preocupada de copar las portadas que de servir al pueblo. Decepción por ver alejarse la posibilidad de la vuelta del socialismo, del Estado de Bienestar, de la honradez, de la política al servicio de la ciudadanía. Solo queda esperar, y soñar con el desbloqueo de las negociaciones. Con un gobierno por y para el pueblo.